29.3.09

Pedro Roca, por ejemplo

Cuando uno dedica su quehacer profesional a lo que mejor conoce puede aspirar, legítimamente, a obtener resultados excelentes. Como ejemplo, Pedro Roca. Un hombre de ciencia que es todo corazón. Un  chef cerebral que cocina con los cinco sentidos. Y con sentimiento. Pedro Roca es el hombre cocina, pues puede presumir, como muy pocos, de conocer al dedillo la Galicia agrícola y marinera, a sabiendas de donde se encuentran los mejores productos. Su sabiduría de los alimentos le permite escoger en todo momento la flor y nata, mientras la experiencia que atesora le lleva a tratarlos con las técnicas más adecuadas, pertinentes, sin otra finalidad que la de conseguir platos excelentes. Sin fuegos de artificio. Sin reparar en medios.
Situado en la zona de Galeras, cerca del centro histórico de Santiago, se suministra diariamente de la Plaza de Abastos, lo cual enfatiza del mejor modo posible: con un menú de la Plaza a 40€. El espacio es acogedor, sobrio, moderno, limpio, funcional, con una bodega pulcramente seleccionada. En sus platos nada aparenta lo que no es. Majestuosa la ostra con fava de Lourenzà. Sublimes las empanadas; de antropología suculenta la de maíz con zamburiñas y alcachofas(estilo Cedeira, sin tapa, abierta), y exquisitamente estacional la de lamprea. De cocción y textura académicas el pulpo a la parrilla. Y contundente y arqueológica, pero no por ello menos gurmanda, la lamprea a la bordelesa. Nos quedamos con ganas de más, pero no pude resistir la tentación dulce, de puro pecado, de la tartita caramelizada de filloas y castañas. Pedro se hizo esperar, pero bien valía la pena. 

2 comentarios:

Jorge Guitián dijo...

Me ha encantado ver que al hablar de la cocina de Pedro Roca salen términos como "antropológica" o "arqueológica". Creo que son la clave de esa otra cocina que Roca practica como nadie en Compostela que se basa en el dominio del oficio pero que no entra en la carrera por el último logro vanguardista. La cocina de Roca, en mi opinión, es medida, meditada y basada en un conocimiento profundo del entorno.

Y eso es lo que hace que su restaurante sea algo especial y sin ninguna duda la apertura más exitosa de los últimos meses en Santiago.

Pep Palau dijo...

Efectivamente, Pedro es un corredor de fondo. La suya es otra carrera. Ah! y olvidé citar el servicio de mesa y su guinda: un abanico de ginebras que incitan a larga y tendida sobremesa atlántica..